Seis serán construidas en el Astillero No.1 de Salina Cruz, Oaxaca, con mano de obra del Istmo de Tehuantepec.
El proceso de formación del Cadete Naval Mexicano representa un viaje riguroso y desafiante, crisol que le moldea cuerpo y mente, convirtiéndolo en guardián del mar, defensor de la patria y ejemplo de disciplina, valor y compromiso.