La sala estaba colmada de miradas cómplices y firmes apretones de manos, era más que un siete de agosto, se trataba del reencuentro de los colegas que, a lo largo de cuatro décadas, han trazado la ruta del sector naviero mexicano.
El salón ornamentado en tonos institucionales ―evidentes referencias al mar― reunió en su mesa principal a socios fundadores, expresidentes, autoridades y líderes empresariales, celebraban no sólo los 38 años de la Asociación Mexicana de Agentes Navieros (AMANAC), sino también el cuarto aniversario del Día del Agente Naviero, fecha inscrita oficialmente en el calendario nacional, en reconocimiento a quienes conectan los puertos de México con el mundo.
En el estrado, Fernando Con y Ledesma, Presidente de la Asociación, evocó el año de 1987 cuando siete agencias navieras decidieron unir esfuerzos para crear una organización reconocida y respetada.
“Los inicios no fueron sencillos, pero supimos mantener el rumbo y avanzar con convicción y trabajo colectivo”, expresó en un tono que mezclaba orgullo y compromiso.
La metáfora marítima no fue casual, Con y Ledesma experimentó de cerca la historia de la AMANAC, por ello, sabe que hoy más que nunca los retos del comercio exterior exigen unidad y colaboración interinstitucional.
Las felicitaciones y reconocimientos llegaron en oleadas. El Capitán de Altura Manuel Fernando Gutiérrez Gallardo, Coordinador General de Puertos y Marina Mercante con voz firme, celebró la apertura de AMANAC al diálogo y su papel en proyectos estratégicos:
“Desde la conformación de las administraciones portuarias hasta los múltiples cambios de estrategias que hemos experimentado”.
En representación de la Agencia Nacional de Aduanas, Claudia Ileana Ávila Connelly recordó que “las aduanas no operan solas” y subrayó el valor agregado que los agentes navieros aportan como primer eslabón operativo de la cadena logística.
Desde la autoridad marítima, el Vicealmirante Javier Torres Claudio añadió: “Hoy celebramos una profesión que sostiene gran parte de la actividad logística y comercial del país, su labor es absolutamente indispensable para el desarrollo nacional”.
Alejandro Malagón Barragán, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales definió a la AMANAC como “un aliado indispensable para la industria nacional”, de igual forma, destacó su capacidad para adaptarse a las complejidades globales y resolver problemas operativos en puertos clave como Manzanillo.
Francisco Alberto Cervantes Díaz, Presidente del Consejo Coordinador Empresarial, sumó su felicitación a la lista de reconocimientos.
Pero la jornada no se limitó a recordar el pasado, mostró la ruta del futuro. Con y Ledesma anunció la creación del Instituto AMANAC, el cual buscará la autorización de la Secretaría de Educación Pública para iniciar operaciones en 2026, con la misión de formar talento altamente calificado en comercio exterior y en la industria naviera.
Uno de los momentos más emotivos llegó con el homenaje a Miguel Ángel Andrade, quien ha dedicado 34 años de servicio a la asociación, así como a expresidentes, consejeros y personal administrativo de la AMANAC.
La ceremonia cerró con palabras que resonaron como un timón en mano firme: “Que los buenos tiempos y la buena mar acompañen siempre a nuestra asociación y a todos quienes día a día impulsamos el transporte marítimo internacional y el comercio exterior mexicano”.
Esa tarde, en un salón apartado de los muelles pero impregnado de su espíritu, la AMANAC demostró que el mar no solo se navega con barcos, sino también con visión, unidad y compromiso.