De los 272 mil 721 efectivos, 12 mil 367 son nativos de pueblos originarios.
De acuerdo al sistema computarizado de Recursos Humanos de la Secretaría de la Defensa Nacional, de los 272 mil 721 efectivos que integran el Ejército, Fuerza Aérea y Guardia Nacional, el 4.5% son originarios de pueblos indígenas. De estos 12 mil 367 elementos, mil 814 son mujeres y 10 mil 553 son hombres.
Militares que hablan náhuatl, mixteco, tzeltal, totonaco, amuzgo, mixe, wixárika, triqui, huave, tepehuano y mazateco, entre otras lenguas indígenas.
Estos datos reflejan la diversidad cultural que enriquece a las Fuerzas Armadas, fortalecen la identidad nacional y ejemplifican la apertura e igualdad de la institución en materia de derechos humanos, especialmente en el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, conmemorado el 9 de agosto.
RAÍCES MIXTECAS PRESENTES EN LA GUARDIA NACIONAL
Un ejemplo de las personas que portan con orgullo el uniforme pixelado y su identidad indígena es el Sargento 2/o. Leodegario Barrios López, perteneciente a la Coordinación Estatal de la Guardia Nacional en Sonora, quien nació en la comunidad de Magdalena Peñasco, Oaxaca, caracterizada por el cultivo de maíz y frijol, donde se habla la lengua ñuu savi o mixteco.
“Los pueblos indígenas somos los que le damos vida a las tradiciones. Los pueblos originarios son la esencia misma de la cultura del país”, aseguró el Sargento Barrios López.
Compartió en entrevista: “desde mi niñez quise experimentar el sentimiento de portar un uniforme, siempre me gustó la idea de proteger a las personas, entonces eso fue lo que me impulsó a tomar esta carrera”.
Un uniforme que, una vez vestido, simboliza la unión entre compañeros sin importar su origen, y que para él ha representado múltiples oportunidades a lo largo de sus cuatro años de servicio en la institución.
SER DE UN PUEBLO INDÍGENA NO ES UNA BARRERA PARA EL DESARROLLO PROFESIONAL
Otro ejemplo de personal proveniente de comunidades indígenas es el Subteniente Manuel Santos Juárez, adscrito a la Base Aérea Militar No. 14, oriundo de Ocomantla, en la Sierra Norte de Puebla, una región rodeada de montañas y vegetación, de clima lluvioso, donde se habla náhuatl.
Con nueve años de servicio, se siente orgulloso de pertenecer a un pueblo originario y lo lleva impregnado “en el uniforme de la patria”. Dejó en claro que ser originario de un pueblo indígena dentro del Ejército y Fuerza Aérea “no es una limitante para el crecimiento profesional”.
PUEBLOS ORIGINARIOS VALORAN LAS OPORTUNIDADES QUE BRINDA EL EJÉRCITO
Originario de Ixcotel, Oaxaca, y hablante de la lengua triqui, el Sargento 1/o. Diego Espinoza López, integrante del 95/o. Batallón de Infantería, compartió su experiencia y visión sobre su trayectoria en el Ejército Mexicano.
Desde su niñez, el Sargento Espinoza manifestó su interés por formar parte de las fuerzas armadas. Sobre su trabajo como trabajador social destacó: “El Ejército Mexicano nos acoge a todos por igual; las oportunidades son muchas, como la posibilidad de ascender al rango de Sargento 1/o.”
Además, resaltó el respeto que su comunidad tiene hacia la institución: “La gente de mi comunidad valora al Ejército Mexicano y lo respeta como institución, porque el pueblo forma parte de él”.
Finalmente, hizo un llamado a los padres de familia: “Es fundamental que enseñen a sus hijos a hablar su lengua materna, ya que es un legado invaluable de nuestros ancestros y una riqueza para todo México”.
PUEBLOS INDÍGENAS, EJE DEL ACTUAL PLAN DE GOBIERNO
Con 68 pueblos originarios reconocidos y una comunidad hablante de lenguas indígenas de casi siete millones de personas, México se posiciona como el país con mayor población indígena del continente americano, población que desafortunadamente sufre en su mayoría de falta de oportunidades.
Por ello, la presente administración, mediante uno de los ejes rectores del Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030, establece que “el respeto a los derechos de los grupos originarios es un compromiso histórico y una deuda que debe saldarse con justicia”.
Asimismo, establece que reconocer y fortalecer las contribuciones de los pueblos indígenas es un paso fundamental para avanzar hacia una sociedad más igualitaria y equitativa.