México se ha quedado corto en crecimiento.
El PIB crecerá a un ritmo de menos de 1% anual
(0.8%) en este sexenio, lo que ha contribuido a
acumular déficits de pobreza, de desigualdad,
de infraestructura, de agua, de servicios, de
seguridad, de impartición de justicia, entre
otros. Si usamos el indicador del PIB per cápita
(que representa mejor el grado de desarrollo del
país), estamos debajo de las cifras previas a la
pandemia.