El proceso de formación del Cadete Naval Mexicano representa un viaje riguroso y desafiante, crisol que le moldea cuerpo y mente, convirtiéndolo en guardián del mar, defensor de la patria y ejemplo de disciplina, valor y compromiso.
El proceso de formación del Cadete Naval Mexicano representa un viaje riguroso y desafiante, crisol que le moldea cuerpo y mente, convirtiéndolo en guardián del mar, defensor de la patria y ejemplo de disciplina, valor y compromiso.