Por: Eduardo Raúl Balbi.
Maestro Relaciones Internacionales, diplomado en Estrategia y Metodología de Estudios Prospectivos, Capitán de Fragata de Infantería de Marina (Ret.), de la República de Argentina. Fundador y presidente de Anticiparse.org y Anticiparse S.A.S., con sede en Colombia. Se ha desempeñado como funcionario de diversos organismos públicos y privados nacionales e internacionales.
La pregunta presente en la mayoría de las mentes latinoamericanas, parece no tener una respuesta que convoque a las sociedades a realizar esfuerzos, ni crear esperanzas compartidas. De igual forma, no cuentan con una visión consensuada de futuro a mediano o largo plazo a nivel municipal, alcaldía o sectores estratégicos de cada país.
No se decide a priori, el futuro querido de la economía, infraestructura, educación, salud, ordenamiento territorial y urbano, ni de todos los temas que deberían analizarse antes de que ocurran los sucesos.
EL ESTADO DEL ARTE
En diversos países, no existe una visión, ni reconocimiento de un futuro deseado. En las elecciones de los últimos cinco años, solo se han escuchado deseos sin análisis estratégico, fundamento o consenso. Solo ideas que surgen directamente de la mente e intencionalidad de los actores políticos, pero sin rigor científico o metodológico. Sin embargo, es esencial contar con una visión hacia el futuro, sin ella es imposible gobernar ni actuar coordinadamente. En su ausencia, la gobernanza y gobernabilidad se ven seriamente afectadas.
¿QUÉ ES LA VISIÓN DE FUTURO DE UN PAÍS?
Es una aspiración factible en un horizonte temporal definido, normalmente a largo plazo.
¿POR QUÉ ES NECESARIA UNA VISIÓN DE PAÍS?
Sin ella, es imposible planificar a mediano y largo plazo. Permite definir las políticas, objetivos estratégicos específicos y esfuerzos en cada sector.
Sirve de orientación en la toma de decisiones. En todas las áreas del Estado, actúa como mensaje ―parte de una adecuada estrategia comunicacional― a nivel local e internacional, conforma la base de las políticas y estrategias del Estado.
Facilita el escalonamiento de objetivos estratégicos, elaboración, seguimiento, actualización de los planes operativos, tácticos, técnicos; así como el establecimiento de acuerdos básicos entre las distintas fuerzas políticas.
Asegura la coherencia, funcionalidad interactiva entre la seguridad y el desarrollo de la nación, de igual forma, promueve tanto la renovación como la consolidación del contrato sociedad-Estado.
¿QUÉ CARACTERÍSTICAS DEBE TENER LA VISIÓN DE PAÍS?
Debe ser el resultante factible de la participación entre la sociedad y sus organizaciones, con actualización estratégica continua. Coherente con el entorno futuro, donde se incluyan riesgos y oportunidades; independiente de visiones de partido o facción. Elaborada en líneas generales, pero suficientemente explícitas para conformar una guía concreta.
¿DÓNDE Y CÓMO DEBERÍA GENERARSE LA VISIÓN DE PAÍS?
En primer lugar, se requiere crear un equipo altamente capacitado con experiencia metodológica, epistemológica y práctica. Posteriormente, se requiere emplear metodologías, así como herramientas de vanguardia, vinculadas con la Prospectiva Estratégica y la Anticipación Estratégica Continua.
Definir un horizonte temporal de trabajo mediante la técnica de “Training & Coaching”, analizar, diseñar y elaborar la visión de país en todos los niveles y sectores de la sociedad empleando métodos debidamente probados. ―como el sugerido en www.anticiparse.org―.
EXPERIENCIA ADQUIRIDA EN ARGENTINA, ECUADOR Y PERÚ, ENTRE OTROS CASOS
En dos casos acontecidos en Argentina y Ecuador, hemos detectado las siguientes falencias: Ausencia de personas capacitadas en las metodologías específicas existentes para el diseño de Visiones de Futuro; altos niveles de improvisación, voluntarismo, poco rigor científico, sin bases epistemológicas o metodológicas apropiadas.
Confusión en cuanto a los procesos, prácticas adecuadas para la participación ciudadana en sus distintos niveles, así como una fuerte incidencia ideológica político-partidaria que resta rigor científico al proceso.
UNA REFLEXIÓN FINAL
Sin una visión de futuro compartida, consensuada y coherente, es imposible organizar política o funcionalmente a una sociedad; sin ella, primarán los intereses, mezquindades, competencia y conflicto entre la sociedad.
Cada país debe resolver este asunto con talento, organizar esfuerzos para construir el futuro deseado. De lo contrario, seguirá avanzando a ciegas, sin la menor capacidad de Anticipación Estratégica Continua y de prevención.