Armas – Revista Militar

SIMULACRO DE SISMO MEXICANO: OPERACIÓN PÉEKÁAMBA

Los días 21 y 23 de julio se llevó a cabo el Ejercicio de Ayuda Humanitaria Multinacional “Operación Péekáamba” ―terremoto en lengua maya―, el cual consistió en la simulación de un sismo de magnitud 8.1 en la escala de Richter con epicentro en la Ciudad de México y la activación de 13 escenarios de auxilio correspondientes al Plan DN-III-E

La operación llevada a cabo en el Campo Militar Estratégico Conjunto de Santa Lucía, Estado de México, se realizó como parte de la conferencia de Ejércitos Americanos, de la que el Ejército Mexicano ocupará la presidencia hasta este año e incluyó la participación de 1,200 militares nacionales, 150 extranjeros ejecutantes, 50 extranjeros observadores, 18 canófilos nacionales, dos canófilos extranjeros, 62 vehículos militares y tres aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana.

OPERACIÓN PÉEKÁAMBA: ESFUERZO PARA ENFRENTAR SISMOS

En la ceremonia de inauguración, el General de División E.M. Francisco Jesús Leana Ojeda, Comandante del Ejército Mexicano y Presidente de la Conferencia de Ejércitos Americanos, explicó a los participantes extranjeros que el sismo del 19 de septiembre de 1985, ocurrido en la Ciudad de México “fue un parteaguas para todas las instituciones enfocadas a la gestión de atención a emergencias y protección civil”, cuyas experiencias ayudaron a fortalecer las capacidades colectivas ante desastres naturales y emergencias humanitarias.

Asimismo, señaló que este ejercicio “es un ejemplo clave de cómo el esfuerzo integrado supera el idioma, el uniforme y la bandera que nos representa”.

EJÉRCITO MEXICANO COMPARTE EXPERIENCIA ADQUIRIDA EN SISMOS

Entre las actividades más destacadas, se estableció un centro de operaciones estratégico destinado a coordinar de manera eficiente el personal, el equipo y las comunicaciones móviles, con el objetivo de mitigar la emergencia de forma ágil y efectiva.

En el ejercicio de extracción vehicular, los soldados aplicaron técnicas especializadas utilizando herramientas como expansores y cilindros telescópicos. Además, realizaron la estabilización primaria de las estructuras colapsadas, permitiendo así el rescate seguro de personas atrapadas bajo los escombros.

Se llevaron a cabo actividades de reconocimiento aéreo y evacuación aeromédica, que implicaron el uso de tecnología avanzada y la aplicación del protocolo MARCH, procedimiento que incluye el rescate de heridos a través del uso de cuerdas, rapel, poleas, nudos, tirolesa y sistemas de anclaje; cuya ejecución permite trasladar a los pacientes al siguiente nivel de atención médica en el menor tiempo posible. 

De igual manera, se realizaron prácticas de búsqueda y rescate de víctimas en estructuras colapsadas, con el empleo de binomios canófilos, así como el procedimiento de traslado y atención médica en hospital quirúrgico móvil.

También se realizaron procedimientos de descontaminación del personal y civiles, utilizando equipos especializados, especialmente después de combatir incendios donde es común la presencia de sustancias químicas peligrosas.

Finalmente, se estableció un puente aéreo para transportar víveres a zonas afectadas, y se activó un refugio temporal con servicios básicos y médicos para garantizar seguridad a la población.

DEFENSA PRESENTA EL ATLAS NACIONAL DE RIESGOS

Además de los ejercicios, se presentó el Atlas Nacional de Riesgos, programa de información geográfica desarrollado por la Secretaría de la Defensa Nacional en conjunto a la Dirección General de Cartografía, el cual permite distribuir ayuda humanitaria de forma eficaz, pues incluye la localización de hospitales, centros de acopio, refugios, instituciones, organizaciones e infraestructura aeronáutica, así como terrestre disponible.

Información que a su vez permite desplegar efectivos, apoyos y actividades de auxilio a la población civil, de acuerdo a las áreas y número de personas afectadas. 

Como ejemplo, se expuso que en la Ciudad de México se cuenta con un plan de emergencia sísmica de cinco sectores, asignados cada uno a una dependencia pública, los cuales a su vez se subdividen en 170 sectores de atención de acuerdo a su nivel de afectación.

UNO DE LOS OBJETIVOS: LOGRAR LA INTEROPERABILIDAD

En entrevista, el General de Brigada E. M. José Mario Vega Hernández, Secretario General de la Conferencia de Ejércitos Americanos, aseguró que dichos esfuerzos se llevan a cabo “de manera que sea posible trabajar en interoperabilidad. Es decir, que un componente mexicano pueda funcionar con cualquier componente extranjero”.

Vega Hernández precisó que en la Operación Péekáamba “cada país intercambió sus propios conocimientos, adquiridos durante actividades de auxilio a la población, tras sismos”. 

Afirmó que “cada presidencia tiene la facultad de decidir qué tema abordar durante su ejercicio”. Recordó que, en el caso de Brasil, durante la Operación Paraná III, ejecutada hace dos años, el ejército amigo compartió su experiencias sobre inundaciones, pues esta clase de siniestros, son una problemática común en dicho país. 

A su vez, explicó que México participa en la conferencia desde 1960 ―inicialmente como observador―, y que fue hasta el año 2001, cuando ascendió al estatus de miembro.