Las Fuerzas Armadas son un pilar fundamental del Estado mexicano, su historia es un reflejo de la evolución del país, y la Secretaría de la Defensa Nacional (DEFENSA) ha sabido adaptarse al expandir sus misiones para responder a los objetivos nacionales. Desde enfrentarse a desastres naturales ―a partir del fatídico desbordamiento del Río Pánuco en 1966 y convertirse en la mayor institución de protección civil en el país―, hasta coordinar campañas masivas de vacunación en la reciente pandemia; su capacidad de adaptación es innegable.