En el Curso de Corresponsales de Defensa recibieron adiestramiento para lograr coberturas en escenarios hostiles
La línea entre la noticia y el peligro se vuelve difusa en escenarios de guerra, violencia o desastres naturales; conscientes de ello la Secretaría de la Defensa Nacional abrió las puertas del Centro de Adiestramiento de Fuerzas Especiales a un grupo de reporteros, fotógrafos y camarógrafos quienes por un día dejaron de representar a un medio de comunicación y se convirtieron en elementos de las patrullas Alfa, Bravo, Charlie y Delta.
El objetivo: aprender adiestramiento básico militar para lograr coberturas en escenarios hostiles sin poner en riesgo su vida o la de los demás.
UNA ORDEN DIFERENTE
En Temamatla, Estado de México, el día 31 de julio, el Teniente Coronel Carlos Hernández Cabrera, instructor en este centro de entrenamiento compartió la orden del día:
“En el Curso de Corresponsales de Defensa aprenderán a informar de manera segura y efectiva desde zonas de conflicto armado o crisis humanitaria, mediante cuatro materias que todo el personal del Ejército cursa en su adiestramiento básico”.
Acto seguido, los comunicadores fueron uniformados con chaleco blindado, rodilleras, coderas, arma corta, arma larga, así como casco, y mochila táctica con un peso total de 18 kilos, los cuales debieron cargar durante todo el entrenamiento.
NIVEL 1: EMPLEO DE ARMAMENTO
En el interior del Subcentro de Adiestramiento Virtual, se enfrentaron a la dificultad de emplear el armamento, con el equipo táctico y sus cámaras a cuestas.
“Aprenderán a tomar el arma, adoptar posiciones y desarrollar memoria muscular”, les explicó el Capitán 1/o. Óscar García Lara, posteriormente aprendieron a reaccionar ante ataques en selva y montaña, así como a realizar reconocimientos del terreno sobre vehículo, mediante el uso de simuladores.
NIVEL 2: MEDICINA TÁCTICA
El siguiente nivel consistió en una lección que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, elementos de Sanidad mostraron cómo brindar atención de primeros auxilios a una persona herida en situación de combate.
“Observar, verificar si hay signos vitales, detectar si hay hemorragia y aplicar un torniquete”, son los pasos a seguir en una emergencia médica explicaron los elementos de sanidad mientras mostraban el procedimiento a los comunicadores.
“Si no hay pulso significa que está bien colocado”, dijeron antes de mostrar cómo se realiza el traslado en camilla de un compañero herido.
NIVEL 3: COMUNICACIONES
En el terreno, una comunicación fallida puede costar la misión, por ello los comunicadores fueron instruidos en el uso de radios Harris Falcon II 5800, con alcance de 6 a 11 kilómetros.
Mientras el Subteniente Tommy Flores mostraba como ensamblar el equipo parte por parte, explicó:
“Cada uno de estos radios viene programado con frecuencias o canales de comunicación directa a las unidades o patrullas, así un elemento desplegado en campo, puede transmitir datos y mensajes cifrados con doble llave, lo que hace al equipo, ideal para operaciones tácticas y de comunicación sensible”.
NIVEL 4: NAVEGACIÓN TERRESTRE
El GPS ha facilitado la vida cotidiana, pero en la vida militar la navegación terrestre sigue siendo una habilidad vital, con base en esta afirmación los periodistas fueron instruidos en la lectura de sistema de coordenadas y brújula.
“Los números van de izquierda a derecha, del 1 al 120; las letras de abajo hacia arriba, sin la I ni la O para evitar confusiones, aprender a orientarse no es solo cuestión de geografía; es parte del entrenamiento para tomar decisiones rápidas, precisas y seguras en el terreno”, señaló el instructor mientras trazaba líneas invisibles sobre un mapa.
PERIODISTAS ENFRENTAN MISIÓN DE RECONOCIMIENTO
Concluida la teoría, se asignó un papel a cada miembro de la patrulla: líder, lector de mapa, brújula y sanidad, entre otras funciones.
Los periodistas entraron a campo traviesa, se desplazaron por un terreno boscoso mientras un dron enemigo seguía sus pasos. Corrieron, cubrieron sus espaldas, se arrastraron pecho tierra para no ser capturados; pusieron en práctica sus conocimientos de medicina táctica y se desplazaron fuera de la zona de fuego con un herido a cuestas; sin embargo y a pesar del esfuerzo, algunos compañeros fueron capturados por el equipo enemigo.
“La intención era someter a los reporteros a un nivel de estrés similar al que enfrentan nuestros elementos en zonas de alto impacto”, —explicó el Subteniente Flores, quien agregó que en este tipo de escenarios la responsabilidad de cada elemento, impacta el desempeño del grupo entero.
RESCATANDO A LA REPORTERO RYAN
Posteriormente los comunicadores fueron llevados al poblado ficticio del Campo Militar 37-B, donde presenciaron una operación de rescate por parte de la Unidad de Fuerzas Especiales, para recuperar a los compañeros capturados.
Tras una muestra de descensos en rapel, disparos con fusiles y detonaciones de granadas aturdidoras, los comunicadores se reunieron nuevamente con sus compañeros de coberturas:
“De un segundo a otro, me encontré rodeada, encañonada, con gente gritando órdenes. Aunque me explicaron que era parte del simulacro, el susto fue inevitable”, compartió la camarógrafa Carla García capturada durante el ejercicio.
Relató que una vez en el poblado ficticio los compañeros capturados fueron puestos contra la pared con las manos en la nuca, esperando a ser rescatados.
“El humo, el calor y el ruido eran intensos. Fue un momento que parecía sacado del cine. Hoy me siento agradecida de haber participado en este ejercicio, me voy con una visión renovada de nuestras fuerzas armadas”, dijo finalmente la camarógrafa.
Con los hombros destrozados, el cabello alborotado y la ropa empapada de sudor, los reporteros, camarógrafos y fotógrafos fueron sometidos uno a uno a la misma pregunta por parte de los organizadores del curso; todos respondieron de la misma forma:
―¡Si volvería a hacerlo!, momento tras el cual devolvieron el equipamiento militar y se dirigieron hacia la siguiente cobertura.