Por: Salomón Presburger. Estudió Ingeniería Industrial en la Universidad Anáhuac. Ha sido Presidente del Consejo de Preslow S.A. de C.V., Presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido, Presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (CONCAMIN). Ha fungido como consejero de IXE GRUPO FINANCIERO, INFONAVIT, INFONACOT, BANCOMEX, NACIONAL FINANCIERA, IMSS, GRUPO VASCONIA.
Reconozco que mi experiencia con el Ejército ha sido distante. De hecho, mi primer acercamiento fue a los 16 años cuando marché para obtener mi cartilla militar, que en 1971 era un requisito obligatorio. Entonces comprendí un poco lo que significa la idiosincrasia del Ejército para los mexicanos.
Como empresario nunca he tenido una relación directa con El Ejército Mexicano. Sin embargo, tránsito todos los días por la Avenida Industria Militar camino a mi oficina. He observado que en los últimos años la institución armada ha logrado un crecimiento notable. Es digno de reconocer su conformación y consolidación, los cambios progresivos en la infraestructura militar en los edificios destinados al alojamiento del personal militar, las oficinas administrativas, las instalaciones de entrenamiento; la infraestructura estratégica como los sistemas de defensa y centros de control; al igual que la construcción de su centro urbano con viviendas, hospitales, escuelas, zona comercial y áreas recreativas.
Fuerzas Armadas: valores esenciales
Las Fuerzas Armadas difunden los valores esenciales que guían la conducta de sus integrantes: orden, disciplina, eficiencia, honor, orgullo y respeto. Esto ha despertado mi interés e inquietud por entender y aprender los valores, las capacidades y habilidades militares. En mi caso, me dedico a la fabricación y comercialización de ropa, por lo cual tenía conocimiento de que el Ejército Mexicano y la Armada de México confeccionaban sus propios uniformes, pero nunca me relacioné con ellos. Desconocía su sistema de trabajo, calidad y eficiencia.
Evolución castrense
Además de las labores tradicionales que los mexicanos conocemos, por ejemplo, salvaguardar la seguridad del país, el combate permanente al crimen organizado, al tráfico de armas y drogas, la ayuda invaluable en desastres naturales. Las Fuerzas Armadas han evolucionado de manera significativa, adaptándose a los cambios políticos, sociales y económicos del país. Recientemente, construyó hospitales, carreteras, infraestructura ferroviaria, entre otras obras.
Con relación a las labores administrativas, a la Armada de México se le ha encomendado el control de las aduanas del país, que permitan mejorar la eficiencia en las operaciones sin poner en riesgo la Seguridad Nacional.
Asimismo, el Ejército Mexicano desempeña un papel crucial en actividades y análisis de inteligencia, con lo cual toman decisiones estratégicas en la prospección de los diferentes escenarios posibles que puedan incidir en el futuro de los mexicanos.
Retos y oportunidades
Los cambios de los últimos años han provocado que la interacción entre la población civil y los militares haya crecido sustancialmente. Esta nueva dinámica plantea diversos retos y oportunidades. Si aprendemos unos de otros, en las diferentes capacidades de cada parte, sin duda el beneficio será para México y todos los mexicanos.
Los empresarios enfrentamos siempre la competencia en el ámbito nacional e internacional, porque México interactúa comercialmente con las principales economías del mundo. El que no es competitivo, fracasa y desaparece.
Las circunstancias y desafíos por los que hemos atravesado los empresarios mexicanos nos han fortalecido: la apertura de mercados desde el ingreso al El Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA), el contrabando, la inflación, la afectación de labores por influenza, el Covid-19, la inseguridad, ente otras.
Nuestra resiliencia y encontrar nuevas oportunidades fue esencial para prosperar en un entorno tan incierto. Por eso, quienes hemos sobrevivido a este contexto adverso, hoy somos muy competitivos en lo internacional.
Es imprescindible que la educación en las Fuerzas Armadas sea de calidad. La disciplina y dedicación son fundamentales para generar una fuerza laboral altamente calificada y competitiva e impulsar el crecimiento económico.
Extender valores castrenses a los mexicanos
Los valores inherentes a las Fuerzas Armadas, el honor, el respeto y el compromiso, deben transmitirse a todos los mexicanos.
Por supuesto que, en el Ejército y la Marina no se cuestionan las órdenes, SE OBEDECEN. En la iniciativa privada estamos acostumbrados a cuestionar y, a veces, más de la cuenta, lo que puede frenar el crecimiento de los negocios. Señalo esta distinción para hacer hincapié en que hay diferencias fundamentales que son necesarias entenderlas con el propósito de lograr una interacción más eficaz entre todos y fortalecer el tejido social.
Fomento al liderazgo ético
Es preocupante el deterioro de los valores y su pérdida, principalmente entre los niños y los jóvenes, pero tampoco es un proceso irreversible. Considero que quienes estamos en posición de incidir en esta crisis humana, no debemos ser omisos, pues tenemos la gran responsabilidad de transmitir y modificar estas conductas negativas, fomentando el liderazgo ético, desde la política hasta el sector empresarial. De ahí que considere retador lograr un intercambio de los mejores valores y capacidades entre los empresarios y las Fuerzas Armadas. No solo en las escuelas y universidades es posible hacer el cambio, tenemos una gran tarea pendiente que requiere la participación de todos los actores sociales, gobierno, empresas, medios de comunicación y ciudadanos. Hay muchas acciones concretas que se pueden aportar en proyectos comunitarios, programas de apoyo familiar, espacios de reflexión y diálogo y fomento al bien común.
Liderar el cambio
Si tratáramos de entender lo que actualmente sucede en el mundo, lo definiría como un CAMBIO VERTIGINOSO. La Inteligencia Artificial representa desafíos inimaginables. En medio de esta revolución digital que está transformando radicalmente la forma en que vivimos y nos relacionamos, comenzamos a ver una convergencia entre las capacidades de inteligencia de los ejércitos a nivel mundial con las grandes corporaciones internacionales. Las líneas, que eran muy claras, ahora se vuelven difusas. Las nuevas tecnologías están redefiniendo nuestro mundo.
Podemos sufrir el cambio o ser líderes de este. Los países que sean capaces de comprenderlo y actúen en consecuencia, serán aquellos que logren el mayor bienestar para su población. Hoy en México, los empresarios y las Fuerzas Armadas podemos colaborar y aportar de manera significativa al beneficio de los mexicanos.