En el núcleo del cambio más silencioso —pero también más profundo— dentro de las Fuerzas Armadas de México, se encuentra una generación de mujeres excepcionales cuyo perfil neuroconductual revela no solo brillantez, sino una arquitectura mental orientada a la estrategia y la transformación institucional. No solo han alcanzado grados inéditos, sino que lo han hecho a través de disciplina cerebral, temple operativo y resiliencia estructural.