“Todos tenemos tres vidas: la pública, la privada y la secreta”, le dijo Gabriel García Márquez a su biógrafo Gerald Martin. Sin embargo, en la actualidad, inclusive nuestras vidas secretas están sujetas a que aparezcan públicamente con la intermediación de las redes sociales, por lo cual siempre debemos cuidar nuestro comportamiento y proyección, tanto en horas de oficina, como en horarios familiares, sociales y privados. Al elegir como vocación el servicio de carrera al país es necesario que desarrollemos los conocimientos necesarios de etiqueta y protocolo que nos permitan participar en eventos públicos y privados de manera que siempre estemos cuidando la imagen de la superioridad, de nuestra dependencia, y de nosotros mismos. En este artículo destacaremos tres elementos fundamentales que nos ayudarán a proyectar nuestra imagen personal de manera positiva y cuidar la de nuestra institución.